Para el blog de Nelbu he realizado una imagen para incluir en el banner de cabecera, y en cualquier otros archivos de imagen que se requiera. Debía ser una imagen algo vintage, que nos diera un cierto aire infantil y que retrotrayera a los años de nuestra infancia. ¿Qué mejor para todo ello que un caramelo Sugus? Pues sí, se trata de un caramelo basado en el sabor cereza de la popular marca de caramelos masticables, al que le he puesto de envoltorio el color granate que es tan peculiar -y bonito, me encanta esa tonalidad-.
Tengo que confesar que odio y odiaba los caramelos Sugus. Eran un auténtico asco, se te pegaban al paladar, a los dientes, y no había quien los comiera. A principios de los años ochenta había otros caramelos masticables mucho mejores -pero no tan populares-, que venían en un envoltorio cilíndrico (el caramelo era cilíndrico) y con unos sabores riquísimos (o eso me parecía a mí), y sobre todo más fácil de masticar, no tan pegajosos como los Sugus. Por desgracia no tengo ni idea de cómo se llamaban aquellos caramelos.
Pero bueno, el Sugus, como icono de nuestra infancia, no está nada mal. No me preguntéis qué color usé para ese estupendo granate, no lo recuerdo muy bien, puede que haya sido un Bic, aunque los Bic no saturan tanto, así que no tengo idea. El efecto del brillo es bastante sencillo, he recurrido a un degradado, simplemente. Creo que es la mejor forma -o la mejor que conozco y con mejores resultados- de sacarle reflejos y luces a los lápices de color tradicionales. Puede que en alguna ocasión hable de ello.
