Que Pelikan tenga tan buena fama con sus lápices no es extraño. Que se les haya llegado a comparar con Faber-Castell o a Prismacolor (a pesar de ser estas dos últimas marcas muchísimo más caras), tampoco es raro. Por supuesto, también es una de mis marcas favoritas. El único inconveniente de los lápices Pelikan es que a veces son muy difíciles de encontrar, además, te encuentras con algunos que tienen como "arenillas" en sus minas, pero nada de eso deja atrás su calidad de color y sus estupendos pigmentos, además de su agradable tacto al dar color.
Si recuerdas el artículo que escribí en este blog sobre los matices rojos habrás comprobado que los colores de Pelikan son muy parecidos a los de Faber-Castell, pero además tienen una gama muy rica y creo que muy compensada. Mientras otras marcas (como Bic) ofrecen por ejemplo colores oscuros muy fuertes, y al revés negros y grises muy apagados, en Pelikan no es así, siendo toda su gama de colores muy continua y muy bien proporcionada.
Los lápices de Pelikan saturan muy bien, pero además definen estupendamente, y son aptos tanto para detalles como para llenar de color. Mientras otros lápices como los de Alpino cubren bien mucha superficie, pero debido a su composición sueltan mucho polvo y "ensucian el dibujo" (siendo horribles, por ello, para detalles), los de Pelikan poseen una saturación estupenda sin ensuciar ni llenar de polvillo el papel.
Otra de sus geniales ventajas es que es un lápiz que es muy fácil de guiar. Si eres de los que suele salirse del trazado, o quieres hacer un coloreado rápido, los Pelikan son estupendos para ese cometido, ya que son capaces de seguir muy bien los contornos. De hecho son de los lápices con los que más cómodo me siento en ese aspecto.
Positivo es también que los lápices provengan de árboles de cultivo sostenible (poseen el sello FSC), aunque hubiera sido de agradecer que el embalaje de cartón fuera también de material reciclado.
Como punto negativo señalar que aunque en Pelikan se jactan en presumir de que el color del exterior del lápiz (de la pintura que cubre la madera) es el mismo que el color que va a quedar en el papel, lo cierto es que no es totalmente así. Como prueba podéis ver en algunas fotos que claramente se ve que hay una notable diferencia entre el color del pigmento de la mina, y el color del exterior del lápiz.
Es una pena que estos excelentes lápices Pelikan no los ofrezca en cajas de metal, ya que hasta el momento la única forma de presentación que tienen es en cajas de cartón de doce o de veinticuatro colores (no hay opción a más colores).
Pelikan siempre ha fabricado útiles de escritura y pintura de gran calidad, por lo que no me sorprende que sus lápices de colores también lo sean. Además, como he dicho tiene colores muy bien definidos: el rojo es de verdad rojo, y no un rosado fuerte como otras marcas, el azul, un azul intenso... y así en el resto. Se hecha de menos, eso sí, un color naranja pálido -piel- con algo más cuerpo, ya que el que tienen es demasiado difuso y no rellena bien. Ese color es conveniente que lo sustituyas por otro más intenso de otra marca, siendo el único que desdice un poco entre todo el resto de lápices.
Sobre su precio de venta, el pack de 24 lápices ronda solo los cinco euros. Como ves, si no disfrutas de los fenomenales colores de Pelikan no será porque sean caros. Por supuesto, los recomiendo totalmente.