En el mundo de la ilustración hay un elemento preponderante por encima de todos los demás: el cuerpo de la mujer. Es hasta tal punto su presencia, que cuando empiezas a dibujar casi siempre lo haces tomando las formas femeninas, no las masculinas, y luego, si tal caso, ya empiezas a dibujar cuerpos de hombres. Curiosamente no es mi caso (que empecé dibujando superhéroes, dicho sea de paso), pero es algo que siempre me llamó bastante la atención.
En mi inocencia llegué a pensar que la explicación era que, como muchos - o en una proporción muy elevada, vaya - de los que realizamos trabajos gráficos de dibujo o modelaje 3D somos hombres, acabamos haciendo cuerpos de mujeres "en nuestros ratos libres" (dejo aparte el hecho de que te los encarguen expresamente). Pues aunque resulte curioso, ellas también hacen así. Es decir: las mujeres suelen realizar cuerpos de mujeres también (más propiamente, de chicas). Esta que veis es Marta Nael, una española que está considerada como una de las más diestras en pintura digital. Es un buen ejemplo de lo que os explica, y como veis ni siquiera ellas nos dibujan "a nosotros", y si creías que por ser chicas iban a dibujar o a diseñar cuerpos de chicos, te equivocabas. Quizá porque el cuerpo de una mujer sea más artístico, no lo sé, en ese tema prefiero no meterme puesto que siempre trato de huir de dibujar cuerpos, me encanta dibujar (diseñar o modelar, si es el caso) herramientas, "artilugios", o dispositivos electrónicos. Sin embargo la industria admira mucho más las curvas..., de una mujer. Y ellas también.