Como ocurre con los cuadernos de dibujo, en el caso de los estuches hay opciones para todos los gustos. Los hay que llevan sus útiles de dibujo en una lata, o en un plumier. Lo de la lata... Es un estorbo. Aunque es verdad que son muy útiles para apoyarse sobre ellas, se acaban oxidante y hacen un ruido demencial cuando las llevas contigo.
No obstante, si eres de los que van con sus bártulos de dibujo a casi todas partes, más tarde o más temprano te darás cuenta de la comodidad que supone llevarlo todo ordenado y a mano en un estuche.
En mi caso, la opción que he elegido es un estuche de cremallera, pero no de los que se venden para poner los lápices, ni de los que se venden ya hechos que no sirven para nada. El estuche que llevo es un estuche para transportar un disco duro. Estos estuches son muy populares hoy, se pueden elegir con bastantes tipos y diseño de acabados, y su precio es muy competitivo.
Lo bueno de ese tipo de estuches es que son duros (o bueno, los hay que tienen exterior duro), así que te puedes apoyar en ellos sin recurrir a otro elemento ni tener que cargar con nada más. Son de un tamaño ideal, de hecho en mi caso cabe justo el cuaderno de bocetos A6 que utilizo. Dentro, poseen bolsillo, donde se pueden guardar dibujos sueltos, documentación, hojas... Lo que sea.
Esta funda está, además, dividida en dos secciones. En la parte interna, que es bastante profunda, es donde llevo los útiles de dibujo, y la parte delantera una libreta pequeña del número 16, y el cuaderno de bocetos propiamente dicho.
Para dibujar llevo dos fineliners específicos para dibujo de UNI, los UNI Pin, que me encantan y dan excelentes resultados, uno de ellos más suave para sombras. Llevo tres lápices de diferente dureza, el 2B en naranja, el H en azul, y el HB en rojo. El rojo BH lo utilizo para dibujos en que requiera mucha definición y que, en ocasiones, no vaya a borrar. El 2B lo uso para empezar bocetos y dar forma, es un lápiz excelente para eso porque se puede borrar sin apenas dejar marca, y el azul H lo uso en combinación con el rojo para crear formas si es necesario, o marcar.
Además, como es lógico, llevo una goma de borrar, y un sacapuntas. Para casos específicos llevo un bolígrafo UNI-Ball EYE, por si necesito escribir o hacer leyendas con él.
Aunque queda espacio para más útiles de dibujo, no me gusta cargar con mucho. No soy de esos que llevan unos cuantos colores a todas partes (antes llevaba un borgoña en plastidecor, pero me ensuciaba todo el estuche y lo acabé quitando).
El mayor defecto que le veo a este tipo de estuches, y que es una desventaja respecto a los estuches de plástico o de metal, es que su interior, al estar acolchado y con recubrimiento textil, es bastante delicado. Por ejemplo, tienes que tener la precaución de limpiar bien la goma antes de guardarla, o te llena todo de briznas.
Como veis, estos estuches de disco duro portátil son ideales para esos menesteres, muy robustos, y protegen muy bien nuestros cuadernos y herramientas de dibujo. Y por su tamaño, podemos llevarlos con nosotros a todas partes.